Cicatrices

Normalmente se suele aplicar cirugía o bien ciertos medicamentos para el tratamiento de las diferentes clases de cicatrices que existen, siendo el especialista quien determina según un diagnóstico diferencial de cada una de ellas el tratamiento más apropiado. No importa qué tipo de cicatriz tenga el paciente, nuestro tratamiento es efectivo en cualquier clase de cicatriz por muy fea, incómoda o con trastornos de sensibilidad que presente ya sea por haber sido debida a una operación, quemadura, traumatismo, etc. No se aplican tratamientos con esteroides los cuales tienen numerosos efectos secundarios sino que utilizamos la técnica de la terapia neural modificada junto a la aplicación, si fuese necesario, de algún medicamento homeopático . El tratamiento consistirá en orientar el proceso de cicatrización para prevenir su aparición o bien tratar las existentes como las que solemos ver originadas por cesáreas, apendectomías, lifting facial y muy frecuentemente en las mamas al haber recibido una prótesis. Por norma general el proceso de cicatrización es normal en cualquier herida, pero si se produce un exceso en la proliferación de fibroblastos para cerrar esa cicatriz, debido a un excesivo crecimiento de esos tejidos y comienza a hipertrofiarse, va a generarse más tejido del que se necesita dando lugar a una cicatriz fibrosa, engrosada o que termine convirtiéndose en un queloide. El queloide es una malformación que puede darse en cualquier lesión de la piel como quemaduras, piercings, sitios de vacunación, etc. Vemos una cicatriz oscura, roja, a veces con brillo, con una forma de bulto o bien redondeadas que van a sobresalir de la superficie originando un problema estético o bien funcional si son extensas y limitan la movilidad de la zona. Esta malformación continuará creciendo ya que las fibras al no orientarse de una manera correcta van compactándose pudiendo inhibir la irrigación generando picor, dolor. A diferencia del queloide, la cicatriz hipertrófica es un proceso natural de reparación del cuerpo, que excede la cantidad y ordenamiento de células viéndose un bulto que puede dar dolor y mucho picor. Otro tipo es la cicatriz ancha que se origina cuando las fibras elásticas no tienen esa potencia de mantenerse unidas o han recibido inyecciones de corticoides y se han debilitado apareciendo zonas muy blandas y deprimidas al haberse separado la herida. Esos corticoides inhiben los mecanismos inflamatorios normales dando lugar posteriormente a serios problemas de salud aparte de generar una decoloración de la piel y depresión de la cicatriz. Sin embargo, con nuestros tratamientos se favorece el proceso de cicatrización, no aparecen niveles de toxicidad ni efectos secundarios, no se produce despigmentación a nivel de los tejidos y se puede aplicar en una cicatriz instaurada o bien de forma profiláctica antes, durante o tras una intervención quirúrgica programada.