Es un tratamiento especial para la eliminación de depósitos de grasa localizada que consiste en la infiltración de un producto que elimina la grasa mediante una técnica llamada Intralipoterapia. El procedimiento se lleva a cabo con infiltración directa en el tejido adiposo de una solución farmacológicamente activa, rápida, indolora, y que no requiere anestesia. Es una solución transparente, biocompatible, que no requiere test de alergia para su aplicación y que tiene una función adipocitolítica (destructora de células grasas).

Está indicado especialmente para hombres o mujeres entre 18-70 años con normopeso o sobrepeso grado I (IMC ≤ 29). No es la primera indicación en casos de sobrepeso grado II, obesidad y celulitis. Se usa para la reducción no quirúrgica de depósitos adiposos localizados en abdomen, flancos, caderas, pliegue torácico, muslo interno y subglúteo, interior de rodillas, brazos y papada. Hay indicaciones específicas como la joroba de búfalo, pseudoginecomastia y lipomas. No se recomienda en ginecomastia vera en hombres, xanteslasmas, bolsa de ojos y lipomas de gran tamaño (reduce su tamaño pero no los elimina). El resultado obtenido es excelente y en una mayoría de casos se evita realizar una liposucción. El número de tratamientos a realizar variará en función de las características y respuesta de cada persona. Cada sesión se realiza cada 4 semanas, siendo necesarias de 2-6 tratamientos, según la zona que queramos tratar. Tras la infiltración se pueden producir algún efecto inflamatorio como picor y escozor que duran minutos, enrojecimiento en toda la zona tratada y calor que suele durar unas horas. En algunos casos aparecen edema y hematomas que pueden durar algunos días, y lo más habitual es sentir ligeras molestias que los pacientes describen como una sensación de "agujetas". No necesita interrumpir su vida diaria. Se aconseja aplicar otros tratamientos para mejorar los resultados como la presoterapia, drenaje linfático, carboxiterapia . La Carboxiterapia por su capacidad de mejorar la microcirculación y el aporte de oxígeno en la zona tratada, así como por su efecto lipolítico, resulta aconsejable usarla tras los tratamientos con productos lipolíticos, para mejorar la inflamación, estimular la fibrosis y regeneración del tejido y mejorar el efecto de disminución del panículo adiposo que se ha tratado. Se aconseja siempre el uso de prendas de compresión tras la sesión, que se colocarán después del tratamiento y se mantendrán durante un periodo de 2-7 días. Esas prendas se adaptarán a las regiones tratadas (pantaloncitos cortos o hasta por debajo de la rodilla, mentonera para papada, fajas, etc.). No aconsejamos maniobras y/o actividades físicas intensas y/o de impacto en la zona tratada, al menos durante la primera semana tras la terapia o en su defecto mientras persistan molestias en la misma, por resultar dolorosas para el paciente y poder comprometer la adecuada reabsorción del edema y/o los hematomas.

En cuanto a riesgos y complicaciones de esta técnica, que no suelen darse pero habría que tener en cuenta, serían: dolor en el area inyectada, enrojecimiento e inflamación persistente, riesgo de infección si la asepsia no es adecuada, necrosis cutánea y secuelas cicatriciales o pigmentarias, irregularidad o fibrosis duradera. No se han visto complicaciones a nivel general.

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