Un arma diagnóstica y terapéutica fundamental en Medicina Biológica.
Esta
es
una
invitación
a
tomar
una
posición
no
simplemente
reflexiva
sobre
la
manera
de
ver
la
odontología,
con
el
fin
de
no
limitarla
a
la
simple
acción
artesanal,
sino
buscar
con
esto
generar
una
verdadera
visión
integral
en
la
que
se
tenga
como
punto
de
partida
el
hecho
de
que
no
se
trabaja
en
una
unidad
aislada,
sino
en
un
ser
biológico,
en
un ser con emociones, pensamientos y sentimientos.
La
Odontología
Neurofocal
surge
como
el
retorno
a
rescatar
la
complejidad,
la
que
se
reconoce
por
la
necesidad
de
ligar
el
objeto
a
su
entorno,
de
retornar
o
progresar
a
la
integralidad,
a
una
desaparición
de
la
limitación,
un
trascender los límites, una recuperación de la realidad esencial y total.
Nace
el
concepto
de
Odontología
Neurofocal
como
la
expresión
de
una
profesión
en
transformación,
en
constante
evolución, orientada a AUXILIAR A LOS PROCESOS NATURALES DE CURACIÓN propios del individuo.
No
se
presenta
como
una
manifestación
antagónica
de
los
conceptos,
hipótesis
y
teorías
vigentes,
sino
por
el
contrario
como
un
enfoque
complementario,
en
un
proceso
en
el
que
su
cauce
normal,
lleve
a
que
ambos
puntos
de vista tengan que encontrarse y fundirse, dando origen a un nuevo orden emergente.
El
concepto
de
Odontología
Neurofocal
nació
en
Alemania
en
el
año
de
1958
y
fue
propuesto
por
el
médico
y
odontólogo
alemán
Doctor
Ernest
Adler
ante
la
sociedad
Médica
Alemana
de
Investigación
Focal
en
la
ciudad
de
Karlsruhe (Alemania), queriendo involucrar dentro del termino el suceso neural y el suceso focal.
La
Odontología
Neurofocal
se
ha
considerado
como
una
terapéutica
hija
de
la
Terapia
Neural
cuyo
principio
rector
es
el
campo
de
interferencia
o
campo
de
irritación;
estos
pueden
comportarse
como
el
punto
de
partida
o
factor
desencadenante de una enfermad.
Esta
relación
se
manifiesta
en
un
doble
sentido,
ya
que
a
su
vez
existen
muchas
enfermedades
sistémicas,
que
se
expresan
de
diferentes
maneras
en
la
cavidad
oral.
Ya
Hipócrates
afirmaba
“que
un
reumatismo
sin
esperanza
de
curación
puede
ser
eliminado
con
la
extracción
dental
“.
Paracelso,
médico
y
alquimista
suizo
del
renacimiento,
presentaba
su
concepción
acerca
de
la
sepsis
bucal
,
o
de
los
focos
infecciosos
de
los
dientes,
los
cuales
afectaban
a
todo
el
organismo.
John
Hunter
en
Inglaterra
(1800),
afirmaba
que
las
neuralgias
desaparecen
después
de
las
extracciones
dentales.
BUTZER
(1850)
“Las
afecciones
dentales,
podían
provocar
epilepsia,
neuralgias,
problemas
auditivos
y
visuales
“.
DEL
BLANCO
(1900),
dermatólogo,
propone
que
todo
hospital
dispusiera
de
un
dentista.
W.HUNTER
(1910)
describía
a
la
Odontología
conservadora
de
la
época
como
conservadora
de
focos
de
infecciones.
El
neumólogo
BARTH
(1920)
en
Ginebra,
empleaba
el
término
de
“espina
irritativa
“y
lo
relacionaba
con
abscesos
pulmonares
causados
por
focos
sépticos
en
la
boca.
BILLINFS
(1921)
describía
al
diente
despulpado
como
foco
de
infección
y
lo
señalaba
como
responsable
de
enfermedades
sistémicas.
ROSENOW
(1922)
EE.UU,
“las
bacterias
de
los
focos
de
infección
llegan
a
la
circulación
a
través
de
una
bacteriemia,
se
fijan
en
un
órgano
de
menor
resistencia
produciendo
patologías.
OSWALD
y
COHEN
(1975),
colocan
bolitas
plásticas
radioactivas
del
tamaño
de
microorganismos
y
pasado
un
tiempo
SON
DETECTADAS
en
los
ganglios
linfáticos
del
mismo
lado,
en
parótidas
y
submandibulares,
mas
tarde
en
hígado,
bazo
riñones.
FEIGLIN
RADE
(1979),
colocan
en
incisivos
de
ratas
proteína
radioactiva
C14
–
leucina.
Después
de
un
tiempo,
estas
se
encontraron
en
hígado,
bazo,
pulmones
y
suprarrenales.
ADLER
“enfermedades
en
el
terreno
del
trigémino“,
cientos
de
casos
clínicos
antes
y
después
del
tratamiento
odontológico.
Dr.TURK
DE
BAD
PYRMONT,
Alemania,
el
mayor
experto
mundial
en
Odontología
neurofocal
.
Dr
RINHOLD VOLL, Alemania, Esquema de las relaciones entre dientes, órganos y estructuras orgánicas.
Desgraciadamente
muchos
de
los
materiales
que
se
han
venido
empleando
en
odontología,
tienen
la
capacidad
de
modificar
la
actividad
biológica,
cuando
se
ponen
en
contacto
con
los
tejidos
vivos,
así
se
hace
necesario
conocer
también
las
respuestas
biológicas
a
estos
materiales.
Los
focos
pueden
desencadenar
cualquier
tipo
de
enfermedad
crónica
y
además
pueden
actuar
como
coadyuvante
para
favorecer
la
agravación
de
afecciones
que
apenas empiezan o ya existentes, bloqueando la posibilidad de curación.
Se
denomina
campo
interferente
a
cualquier
elemento
que
altere
el
flujo
normal
de
la
información
a
través
del
organismo.
Dentro
de
este
concepto
se
consideran
todos
aquellos
materiales
no
eliminable,
los
cuales
generan
una
alteración
del
sistema
básico
de
Pischinger.
Es
importante
anotar,
que
no
es
conveniente
realizar
tratamiento
de
conductos
a
pacientes
inmunodeprimidos
o
en
pacientes
cuyo
diente
a
tratar
guarde
una
estrecha
relación
con
el
órgano afectado.
¿Los
metales
en
la
boca
afectan
a
la
salud?
La
respuesta
sería:
depende,
y
a
veces.
Sabemos
que
la
mayoría
de
los
metales
que
usamos
en
la
cavidad
oral
no
son
puros;
son
aleaciones
diferentes
y
en
un
mismo
paciente
podemos
encontrar
toda
una
variedad,
lo
cual
favorece
la
liberación
de
iones
y
la
corrosión,
debido
a
la
diferencia
de
potencial eléctrico entre ellos mismos.
Una
amalgama
es
una
aleación
de
mercurio
con
otro
metal.
Las
empleadas
en
odontología
para
empastar
dientes
y
muelas
-y
que
colorean
de
gris
metálico
nuestras
bocas-
se
elaboran
mezclando
mercurio
líquido
(50%
del
volumen
total)
con
plata
(35%),
estaño
(13%),
cobre
(2%)
y
una
pequeña
cantidad
de
zinc.
Con
esta
fórmula
se
obtiene
un
material
-la
amalgama-
que
es
utilizado
para
hacer
empastes
dentales
desde
principios
del
siglo
XIX.
Y
ya
desde
entonces
algunos
miembros
de
la
comunidad
científica
plantearon
dudas
sobre
su
inocuidad.
Sus
defensores
afirman
que
aunque
es
conocida
la
alta
toxicidad
del
mercurio
no
existe
riesgo
para
la
salud
de
quien
lleva
una
amalgama
porque
el
metal
queda
bloqueado
indefinidamente
dentro
del
diente
reconstruido
en
el
interior
de
la
propia
amalgama.
Sin
embargo,
estudios
llevados
a
cabo
por
sus
detractores
demuestran
que
en
sólo
5
años
un
30%
del
mercurio
se
ha
evaporado
de
la
amalgama
por
lo
que,
al
menos,
cabe
la
duda
de
que
este
material
de
obturación
dental
sea
tan
estable
como
algunos
defienden.
¿Y
a
dónde
va
ese
volumen
de
mercurio
"perdido"?
Pues
a
nuestro
organismo
ya
que
es
reabsorbido
por
el
propio
cuerpo
y,
a
través
de
la
sangre
y
la
linfa,
recorre
todo
el organismo almacenándose en los tejidos y provocando
daños
.
Sabemos
que
existe
una
gran
controversia
en
cuanto
a
su
uso,
pero
está
claro
que
el
mercurio
es
un
tóxico
celular
cuya
toxicidad
se
debe
a
su
unión
a
los
grupos
sulfidrílicos
de
las
proteínas,
lo
cual
hace
que
surjan
bloqueos
enzimáticos
vitales.
El
mercurio
se
acumula
básicamente
en
el
hígado,
el
riñón,
el
bazo,
el
cerebro
y
su
eliminación
es muy lenta. La vida media del mercurio en el cerebro es de 18 años.
No
es
recomendable
para
algunos
pacientes
el
uso
de
metales
que
atraviesen
la
línea
media
palatina,
ya
que
según
algunos
médicos
expertos
en
Odontología
Neurofocal
esto
puede
provocar
bloqueos
en
la
relación
ínter
hemisférica
cerebral
y
problemas
depresivos,
dependiendo
de
muchos
factores
singulares
a
valorar.
Tampoco
es
recomendable
el uso de prótesis totales con refuerzos metálicos.
En
cuanto
a
la
ortodoncia,
lo
más
importante
no
es
tanto
el
uso
o
no
de
brackets
metálicos,
aunque
se
forme
un
circuito
eléctrico.
Lo
más
importante
es
tratar
de
eliminar
la
mayor
cantidad
de
otros
metales
que
en
ese
momento
tenga
el
paciente,
para
evitar
mayor
diferencia
de
potenciales
eléctricos
que
aumente
en
un
momento
dado
la
sobrecarga en dicho paciente (electrolisis por diferencias de potencial).
HAY
QUE
CONOCER
EL
TERRENO
de
predisposición
del
individuo
y
las
relaciones
de
los
dientes
con
el
organismo,
así
tal
vez
sea
más
fácil
decidir
quien
puede
o
no
recibir
el
tratamiento
o
que
manejo
terapéutico
se
debe
dar
indispensablemente.
La
odontología
neurofocal
no
está
en
total
desacuerdo
con
el
uso
de
implantes
de
titanio,
depende
a
quién
se
le
coloque y en qué sitio (Ver gráfico). Cada situación es singular y exige un manejo con rigurosidad.
lámina dental 1
lámina dental 2
La
integración
del
enfoque
neurofocal
en
nuestra
formación
profesional
como
especialistas
en
Medicina
Biológica
estimula
el
desarrollo
de
manejos
interdisciplinarios
por
parte
de
los
profesionales
de
la
salud.
Es
importante
que
en
su
primera
visita
pueda
aportarnos
una
panorámica
(radiografía
dental)
para
una
mejor
valoración
de
sus
problemas de salud.
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