El
envejecimiento
de
la
piel
se
manifiesta
por
la
aparición
de
líneas
faciales,
que
incluyen
arrugas,
pliegues,
atrofia
de
la
piel
y
cambios
en
la
pigmentación.
Estos
síntomas
son
el
resultado
de
la
suma
del
daño
acumulado
por
la
edad
(envejecimiento
intrínseco)
junto
al
daño
debido
a
la
radiación
solar
sobre
la
piel
(fotoenvejecimiento),
la
cual
incluye
las
mutaciones
en
las
células
epidérmicas,
la
producción
de
pigmento
irregular,
arrugas
y
líneas
faciales,
neovascularización
y
atrofia
cutánea.
Aunque
no
lo
queramos,
la
juventud
y
elasticidad
decaen.
Los
daños
en
la
dermis
causan
la
destrucción
del
tejido
conectivo,
el
tejido
que
da
soporte
a
la
piel.
Los
daños
intrínsecos
incluyen
la acción de la musculatura en la expresión facial, la pérdida del tejido de soporte y el efecto de la gravedad.
Por
tanto,
para
demostrar
rejuvenecimiento
de
la
piel
tenemos
que
proporcionar
un
tratamiento
efectivo
que
modifique
los
factores
antes
mencionados
y
por
tanto
tratamientos
que
actúen
en
las
distintas
capas
de
la
piel.
Estas incluyen la epidermis, la dermis, la capa grasa y finalmente la capa muscular.
Se
cubren
todas
las
posibles
carencias
que
se
ocasionan
en
una
piel
envejecida.
Tiene
una
intensa
acción
antioxidante
y
antirradical
libre,
favorece
la
génesis
proteica,
intensifica
los
factores
iónicos
y
microcirculatorios
responsables
de
una
máxima
hidratación,
estimula
la
síntesis
de
colágeno
y
en
definitiva
favorece
todos
los
mecanismos que permiten la recuperación de una piel desvitalizada y con falta de ciertos nutrientes.
Este
moderno
tratamiento
está
indicado
para
aportar
volumen
a
los
tejidos
y
restaurar
el
contorno
facial,
disminuyendo
la
flacidez
de
la
cara
y
aportar
una
hidratación
extra
a
la
piel.
Asimismo,
se
recomienda
para
pieles
con finas líneas de expresión en las cuales las infiltraciones o rellenos no están aún indicados.
Esto
permite
hidratar
la
piel
en
profundidad
aumentando
el
tono
y
dando
un
aspecto
más
luminoso
y
homogéneo,
aportando
además
una
mayor
luminosidad
al
rostro.
La
piel
aparece
más
tersa
y
se
retrasa
la
aparición
de
las
arrugas.
El
tratamiento
es
muy
sencillo,
no
es
muy
doloroso,
y
no
presenta
inconvenientes.
Con
esta
terapia
se
le
otorga
fuerza
al
rostro
para
volverlo
más
joven,
más
suave
y
más
radiante.
Se
inyectan
diferentes
secciones
de
la
cara,
cuello y la uve del escote, que es una de las áreas que envejece con más facilidad.
Normalmente,
se
realiza
una
sesión
semanal
durante
no
menos
de
cuatro
semanas,
por
término
medio
de
4-8
sesiones. Posteriormente dos o tres sesiones quincenales, y luego una sesión mensual de “mantenimiento”.
En
base
a
nuestra
experiencia,
tras
años
de
tratamientos
en
numerosos
pacientes,
podemos
afirmar
que
se
realiza
un
auténtico
LIFTING
MÉDICO
–
COSMÉTICO,
no
traumático,
ni
agresivo,
de
gran
aceptación
y
satisfacción
por
nuestros pacientes.
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